29 jul 2017

El Limo Metapan

Una nueva aventura! 

Un sábado lluvioso. Desde mi visita a La feria de turismo que se realiza anualmente, en la que me dieron unos brochures del parque Geoturístico El Limo, que incluía amplia información sobre el lugar,  empezó  mi deseo por conocer el sitio y finamente pude hacerlo. Continuando con mi relato,  llovía en el camino a Metapán y por un breve momento pensé  -va estar algo triste el día-, pero cuando pueden más las ganas de ir a vagar y conocer y el entusiasmó y la buena actitud van de la mano, el clima es lo de menos; en fin, llegamos a Metapán y antes de hacerlo vimos el Lago de Guija el cual teníamos ya la intención de conocer al día siguiente.  Continuamos manejando sobre la calle CA12N hasta llegar a un pequeño desvío con un letrero que dice hacia El Limo; mi primera impresión fue -dónde me vine a meter-, pues el camino es rústico y se ven pocas casas en los alrededores, pero, si se pregunta, la gente es muy amable. Al principio,  en la primera quebrada -sí quebrada- jeje, que teníamos que pasar nos encontramos a un señor en moto, quien andaba vendiendo pan, y bueno yo ví la quebrada con un poco de fuerza; sin embargo,  él nos comentó que para llegar al hostal se deben pasar tres quebradas y que es agua que nace en la montaña y baja hasta los pueblos aledaños, y que para nada son fuertes. Dejamos que él pasara primero y efectivamente pasó con tal tranquilidad que nos animamos y continuamos nuestro camino. 


















Por el hecho de estar lloviendo,  algunas partes de la calle están llenas de lodo y tierra un poco floja, pero como es casi una pendiente sólo me preocupaba el regreso y el detalle es que por teléfono nos dijeron que entraba cualquier carro y puede ser así en  la época de verano, no en invierno. Seguimos hasta llegar a la última quebrada y desde ahí llamamos a la gente del  hotel,  quienes desde el principio fueron muy amables. Quisimos subir hasta el hotel,  Pero después de la última quebrada,  el camino es demasiado inclinado y liso. Lo bueno es que hay un parqueo en esa área, donde se puede dejar el vehículo; ahí llegó uno de los chicos que atienden el hotel que nos ayudó con las mochilas y después de subir dos cuestas nos detuvimos y le dijimos- ya no podemos más- jajaja, había demasiado lodo y llovía mucho. Cuando creímos haber llegado ya a la entrada del hotel,  sólo era una de las cabañas, la casona, que es el lugar donde nos hospedaríamos, estaba mucho más lejos, en una zona donde sólo se puede llegar en pick up con piñón de montaña. 

















Lo bueno de nuestro País es que siempre en casi  todos lados donde vayas se encuentra un alma buena dispuesta a darte una mano; un chico de la zona nos ayudó y nos llevó en su pick  up hasta la casona. Mi primera impresión fue  -estamos en medio de las montañas-, sólo se escuchaban pájaros y el ruido de las hojas cuando hace viento; en una casa de esas coloniales especiales,  partes de barro, partes de madera, con un horno antiguo y grande de barro blanco, donde hacen quesadillas; las habitaciones equipadas con un camarote y una cama matrimonial, con una enorme ventana de esas que tienen las casas antiguas que en San Salvador ya casi no se ven. En el balcón de la ventana algunas plantas que forman parte de la bonita decoración.
















...una de las cosas que llamó mi atención  al llegar al lugar es que el baño además de tener luz normal para la noche, tenía un Tragaluz con el fin de ahorrar energía eléctrica,  adicional a ésto,  el jabón de manos y el champú son naturales;  es decir que desde que se llega al lugar se tiene conciencia que además de convivir estrechamente con  la naturaleza se debe protegerla. Luego de dejar nuestras maletas nos dispusimos a cenar,  a estas alturas eran casi las 7 pm. Después de hacerlo y de escuchar a los grillos, ver un par de mariposas,  ahhh y un perrito que llegó a jugar con un sapo que  merodeaba por el lugar, decidimos descansar pués la caminata nos había cansado un poco.  Lo bueno de las habitaciones es que cuentan con tv con cable; otro dato importante a tomar en cuenta es que en esta zona no hay buena señal de celular,  lo que nos ayuda a tener mejor compenetración con entorno que nos rodea
Pasó la noche y cuando reaccioné y vi los primeros rayos del sol cruzar la ventana y parte de la puerta fue como una alarma de la naturaleza para mí,  me levanté con mi cámara en mano y mi teléfono en la bolsa del jeans. Eran ya las 7 am, salí de la habitación y la neblina envolvía toda la casona. Recuerdo que en la mañana escuché pasos raros en el techo. Al levantarme y empezar a caminar para conocer mejor el lugar y tomar fotos nos dimos cuenta que eran unos preciosos pavos  reales y que éllos también ya andaban en su afán del día






 

En el corredor de La casona se pueden apreciar diferentes antigüedades,  entre éllas una habitación llena de vasijas de barro negro seguramente provenientes de Guatajiagua. También otra habitación donde se pueden ver unos cinchos grandes como de vaquero y sillas. Uno de los chicos que nos atendían nos  comentó que anteriormente tenían potreros. Observamos además máquinas de escribir antiguas,  piedras para moler, una máquina de coser antigua marca Regina, ustedes las recuerdan??  Yo recuerdo que mi abuela tenía una de éstas. Vimos unos contenedores metálicos grandes donde antes se  depositaban la leche y la crema para venderlas. Seguimos caminando y encontramos una pequeña parte dedicada a la elaboración de la cal, al parecer anteriormente la sacaban en esta zona y la comercializaban. Les comparto la imagen para que observen el proceso desde la extracción hasta la finalización del proceso. Nos comentaron que antes de que esta casa fuera hotel,  los dueños de la finca amaban tanto el lugar que, a pesar de no haber calle de acceso al lugar,  llegaban a caballo y les tomaba entre dos y cuatro horas hacerlo. Pienso que el haberlo  convertido en una zona turística fue una excelente decisión con muchas ventajas, un gran potencial y capacidad de crecimiento.

























A nuestra llegada el día anterior, llamó mi atención que en la zona se prohibía la caza y que había venados cola blanca. Continuamos el recorrido hacia la parte superior de la casona y nos encontramos con unas gallinas guineas, palomas y también iguanas. Al frente está una parte cerrada grande donde permanecen los venados y, al acercarnos observamos desde bebés venados hasta ya viejitos. Al acercarme lo que más me gustó es que son mansitos y se dejan acariciar.  Jamás en mi vida pensé que en nuestro País El Salvador vería venados. Si ustedes los quieren conocer y alimentarlos, les invito a visitar y conocer este lugar mágico;  por cierto, los pavos reales andaban atrás nuestro  a lo largo de todo el camino jejeje. Llegó el momento del desayuno y otro de los empleados del lugar llevó concentrado e ingresó al área donde están los venados y todos se le acercaron; le pregunté qué les daba de comer y me comentó que concentrado y maní, -maní, qué raro le dije- y me respondió que maní le llaman a una planta verde con flores amarillas,  que, por cierto, aquí en San Salvador  muchos centros comerciales la usan para decoraciones de arriates.

























Regresamos a la casona  después de recorrer toda la parte alta donde también hay una zona para acampar y, cuando no hay neblina,  desde ahí se puede ver la cascada,  No andábamos con tiempo suficiente y por el clima no sabía si podríamos regresar sin problema por lo que no visitamos la cascada, aunque también es uno de los servicios que el hotel ofrece, llevarte en una caminata de aproximadamente una hora y media en un terreno ascendente para llegar hasta la mencionada cascada, ahhh,  Y espero regresar en vacaciones con más tiempo porque en esta cascada se puede hacer Rapel, otro de los deportes extremos que puedes hacer en el Limo es el Canopi, en fin, con tiempo en una vacación, éste es un excelente lugar para visitar. Regresamos,  desayunamos y a las 11am decidimos irnos porque también queríamos conocer  otros lugares cerca del Limo. La dueña del lugar,  debo decir una señora muy amable, educada y con una enorme visión y responsabilidad con la naturaleza,  nos llevó de regreso al parqueo,  no sin antes darnos un pequeño tour por los alrededores,  comentándonos que ella está muy comprometida con la zona, ya que está reforestando, además de ayudar a los animales que encuentran heridos como fue el caso de un venado,  pues en esta zona normalmente son cazados. Inicialmente había dos, hoy tienen a su cargo doce.
También nos comentó que toda el agua que se consume en las cabañas y la casona proviene de la montaña y que a veces le entristece que los lugareños no cuiden estos manantiales naturales y que en algunos casos las partes bajas sean ocupadas para tirar basura.
Además nos dijo que en la zona del Limo se  cosecha la variedad de  jocote de corona y varias frutas, debo decir que el recorrido en su compañía y escucharla hablar como lo hace sobre la protección a la naturaleza y el medio ambiente, Fue de las mejores partes de nuestro viaje.





En fin continuamos nuestro viaje y ahora llegaba el momento de la travesía de regreso a Metapán.  Andábamos en un vehículo 4X2, pasamos bien la zona de las dos primeras quebradas,  pero antes de llegar a  la última,  había una pequeña cuesta llena de mucho lodo, por lo que patinaron las llantas de nuestro vehículo. A un lado, un pequeño precipicio,  sin embargo,  como siempre me han gustado las montañas, algo parecido ya me había ocurrido en El Pital, por lo que me preocupé, pero sabía que saldríamos de esa, intentamos varias veces antes de llamar al hotel por ayuda , lo cual terminamos haciendo porque el lodo no cedía , al punto de obligarnos a frenar con el freno de mano ya que el vehículo se nos barría.  En un aproximado de 15 minutos un señor  del hotel estaba auxiliándonos con gran experiencia. Lo primero que nos dijo fue que debíamos hacer peso para que subiera y el chico que lo acompañaba presionó la planta del lado donde se barría.  De esta forma pudimos finamente salir del lodo y nos acompañaron hasta una pendiente más y después ya el camino era más tranquilo.  En la siguiente quebrada nos detuvimos a lavarnos pues llevaba los zapatos llenos de lodo y a relajarnos del susto. Llegamos al fin a la calle principal. Por cierto, cuando hicimos el recorrido, la dueña del hotel nos comentó que si no se tiene vehículo 4X4,  éllos brindan servicio de transporte y se deja el   carro en Metapán, desde donde trasladan a los huéspedes hacia el hotel. Para la próxima visita lo tendremos en cuenta! 


















Les comparto un par de fotos del Lago de Güija desde Metapán  y, un par más, de la preciosa iglesia que tiene Metapán. 










Espero que pronto ustedes puedan aventurarse y conocer esta preciosa reserva biológica, así como la biodiversidad que la compone y,  de paso, si son atrevidos y les gusta la adrenalina,  Qué hagan uso del Canopi y del Rapel.

Ha sido un placer compartirla una más de mis historias de viaje  y los invito a dejar sus comentarios sobre lo que les gustó o quieren agregar algo de lo que yo no me percaté en El Limo.


1 comentario:

  1. EXCELENTES TOMAS FOTOGRÁFICAS VERITO...SIEMPRE ANDARÁ UNA MANO AMIGA A SU LADO, PORQUE DIOS SIEMPRE LE DARÁ LA GRACIA Y SABIDURÍA PARA CON LOS QUE LE RODEAN, UD. SE MERECE ESTO Y MAS..!!

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