Una nueva aventura!
Un sábado lluvioso. Desde mi
visita a La feria de turismo que se realiza anualmente, en la que me dieron
unos brochures del parque Geoturístico El Limo, que incluía amplia información
sobre el lugar, empezó mi deseo por conocer el sitio y finamente
pude hacerlo. Continuando con mi relato,
llovía en el camino a Metapán y por un breve momento pensé -va estar algo triste el día-, pero cuando
pueden más las ganas de ir a vagar y conocer y el entusiasmó y la buena actitud
van de la mano, el clima es lo de menos; en fin, llegamos a Metapán y antes de
hacerlo vimos el Lago de Guija el cual teníamos ya la intención de conocer al
día siguiente. Continuamos manejando
sobre la calle CA12N hasta llegar a un pequeño desvío con un letrero que dice
hacia El Limo; mi primera impresión fue -dónde me vine a meter-, pues el camino
es rústico y se ven pocas casas en los alrededores, pero, si se pregunta, la
gente es muy amable. Al principio, en la
primera quebrada -sí quebrada- jeje, que teníamos que pasar nos encontramos a
un señor en moto, quien andaba vendiendo pan, y bueno yo ví la quebrada con un
poco de fuerza; sin embargo, él nos
comentó que para llegar al hostal se deben pasar tres quebradas y que es agua
que nace en la montaña y baja hasta los pueblos aledaños, y que para nada son
fuertes. Dejamos que él pasara primero y efectivamente pasó con tal
tranquilidad que nos animamos y continuamos nuestro camino.
Por el hecho de estar
lloviendo, algunas partes de la calle
están llenas de lodo y tierra un poco floja, pero como es casi una pendiente
sólo me preocupaba el regreso y el detalle es que por teléfono nos dijeron que
entraba cualquier carro y puede ser así en
la época de verano, no en invierno. Seguimos hasta llegar a la última
quebrada y desde ahí llamamos a la gente del
hotel, quienes desde el principio
fueron muy amables. Quisimos subir hasta el hotel, Pero después de la última quebrada, el camino es demasiado inclinado y liso. Lo
bueno es que hay un parqueo en esa área, donde se puede dejar el vehículo; ahí
llegó uno de los chicos que atienden el hotel que nos ayudó con las mochilas y
después de subir dos cuestas nos detuvimos y le dijimos- ya no podemos más-
jajaja, había demasiado lodo y llovía mucho. Cuando creímos haber llegado ya a
la entrada del hotel, sólo era una de
las cabañas, la casona, que es el lugar donde nos hospedaríamos, estaba mucho
más lejos, en una zona donde sólo se puede llegar en pick up con piñón de
montaña.
Lo bueno de nuestro País es que
siempre en casi todos lados donde vayas
se encuentra un alma buena dispuesta a darte una mano; un chico de la zona nos
ayudó y nos llevó en su pick up hasta la
casona. Mi primera impresión fue
-estamos en medio de las montañas-, sólo se escuchaban pájaros y el
ruido de las hojas cuando hace viento; en una casa de esas coloniales
especiales, partes de barro, partes de
madera, con un horno antiguo y grande de barro blanco, donde hacen quesadillas;
las habitaciones equipadas con un camarote y una cama matrimonial, con una
enorme ventana de esas que tienen las casas antiguas que en San Salvador ya
casi no se ven. En el balcón de la ventana algunas plantas que forman parte de
la bonita decoración.
...una de las cosas que llamó mi
atención al llegar al lugar es que el
baño además de tener luz normal para la noche, tenía un Tragaluz con el fin de
ahorrar energía eléctrica, adicional a
ésto, el jabón de manos y el champú son
naturales; es decir que desde que se
llega al lugar se tiene conciencia que además de convivir estrechamente
con la naturaleza se debe protegerla. Luego de dejar nuestras maletas
nos dispusimos a cenar, a estas alturas
eran casi las 7 pm. Después de hacerlo y de escuchar a los grillos, ver un par
de mariposas, ahhh y un perrito que
llegó a jugar con un sapo que merodeaba
por el lugar, decidimos descansar pués la caminata nos había cansado un
poco. Lo bueno de las habitaciones es
que cuentan con tv con cable; otro dato importante a tomar en cuenta es que en
esta zona no hay buena señal de celular,
lo que nos ayuda a tener mejor compenetración con entorno que nos rodea
Pasó la noche y cuando reaccioné
y vi los primeros rayos del sol cruzar la ventana y parte de la puerta fue como
una alarma de la naturaleza para mí, me
levanté con mi cámara en mano y mi teléfono en la bolsa del jeans. Eran ya las
7 am, salí de la habitación y la neblina envolvía toda la casona. Recuerdo que
en la mañana escuché pasos raros en el techo. Al levantarme y empezar a caminar
para conocer mejor el lugar y tomar fotos nos dimos cuenta que eran unos
preciosos pavos reales y que éllos
también ya andaban en su afán del día.
En el corredor de La casona se
pueden apreciar diferentes antigüedades,
entre éllas una habitación llena de vasijas de barro negro seguramente
provenientes de Guatajiagua. También otra habitación donde se pueden ver unos
cinchos grandes como de vaquero y sillas. Uno de los chicos que nos atendían
nos comentó que anteriormente tenían
potreros. Observamos además máquinas de escribir antiguas, piedras para moler, una máquina de coser
antigua marca Regina, ustedes las recuerdan??
Yo recuerdo que mi abuela tenía una de éstas. Vimos unos contenedores
metálicos grandes donde antes se
depositaban la leche y la crema para venderlas. Seguimos caminando y
encontramos una pequeña parte dedicada a la elaboración de la cal, al parecer
anteriormente la sacaban en esta zona y la comercializaban. Les comparto la
imagen para que observen el proceso desde la extracción hasta la finalización
del proceso. Nos comentaron que antes de que esta casa fuera hotel, los dueños de la finca amaban tanto el lugar
que, a pesar de no haber calle de acceso al lugar, llegaban a caballo y les tomaba entre dos y
cuatro horas hacerlo. Pienso que el haberlo
convertido en una zona turística fue una excelente decisión con muchas
ventajas, un gran potencial y capacidad de crecimiento.
A nuestra llegada el día
anterior, llamó mi atención que en la zona se prohibía la caza y que había
venados cola blanca. Continuamos el recorrido hacia la parte superior de la
casona y nos encontramos con unas gallinas guineas, palomas y también iguanas.
Al frente está una parte cerrada grande donde permanecen los venados y, al
acercarnos observamos desde bebés venados hasta ya viejitos. Al acercarme lo
que más me gustó es que son mansitos y se dejan acariciar. Jamás en mi vida pensé que en nuestro País El
Salvador vería venados. Si ustedes los quieren conocer y alimentarlos, les
invito a visitar y conocer este lugar mágico;
por cierto, los pavos reales andaban atrás nuestro a lo largo de todo el camino jejeje. Llegó el
momento del desayuno y otro de los empleados del lugar llevó concentrado e
ingresó al área donde están los venados y todos se le acercaron; le pregunté
qué les daba de comer y me comentó que concentrado y maní, -maní, qué raro le
dije- y me respondió que maní le llaman a una planta verde con flores
amarillas, que, por cierto, aquí en San
Salvador muchos centros comerciales la
usan para decoraciones de arriates.
Regresamos a la casona después de recorrer toda la parte alta donde
también hay una zona para acampar y, cuando no hay neblina, desde ahí se puede ver la cascada, No andábamos con tiempo suficiente y por el
clima no sabía si podríamos regresar sin problema por lo que no visitamos la
cascada, aunque también es uno de los servicios que el hotel ofrece, llevarte
en una caminata de aproximadamente una hora y media en un terreno ascendente
para llegar hasta la mencionada cascada, ahhh,
Y espero regresar en vacaciones con más tiempo porque en esta cascada se
puede hacer Rapel, otro de los deportes extremos que puedes hacer en el Limo es
el Canopi, en fin, con tiempo en una vacación, éste es un excelente lugar para
visitar. Regresamos, desayunamos y a las
11am decidimos irnos porque también queríamos conocer otros lugares cerca del Limo. La dueña del
lugar, debo decir una señora muy amable,
educada y con una enorme visión y responsabilidad con la naturaleza, nos llevó de regreso al parqueo, no sin antes darnos un pequeño tour por los
alrededores, comentándonos que ella está
muy comprometida con la zona, ya que está reforestando, además de ayudar a los
animales que encuentran heridos como fue el caso de un venado, pues en esta zona normalmente son cazados. Inicialmente
había dos, hoy tienen a su cargo doce.
También nos comentó que toda el
agua que se consume en las cabañas y la casona proviene de la montaña y que a
veces le entristece que los lugareños no cuiden estos manantiales naturales y
que en algunos casos las partes bajas sean ocupadas para tirar basura.
Además nos dijo que en la zona
del Limo se cosecha la variedad de jocote de corona y varias frutas, debo decir
que el recorrido en su compañía y escucharla hablar como lo hace sobre la
protección a la naturaleza y el medio ambiente, Fue de las mejores partes de
nuestro viaje.
En fin continuamos nuestro viaje
y ahora llegaba el momento de la travesía de regreso a Metapán. Andábamos en un vehículo 4X2, pasamos bien la
zona de las dos primeras quebradas, pero
antes de llegar a la última, había una pequeña cuesta llena de mucho lodo,
por lo que patinaron las llantas de nuestro vehículo. A un lado, un pequeño
precipicio, sin embargo, como siempre me han gustado las montañas,
algo parecido ya me había ocurrido en El Pital, por lo que me preocupé, pero
sabía que saldríamos de esa, intentamos varias veces antes de llamar al hotel
por ayuda , lo cual terminamos haciendo porque el lodo no cedía , al punto de
obligarnos a frenar con el freno de mano ya que el vehículo se nos barría. En un aproximado de 15 minutos un señor del hotel estaba auxiliándonos con gran
experiencia. Lo primero que nos dijo fue que debíamos hacer peso para que
subiera y el chico que lo acompañaba presionó la planta del lado donde se
barría. De esta forma pudimos finamente
salir del lodo y nos acompañaron hasta una pendiente más y después ya el camino
era más tranquilo. En la siguiente
quebrada nos detuvimos a lavarnos pues llevaba los zapatos llenos de lodo y a
relajarnos del susto. Llegamos al fin a la calle principal. Por cierto, cuando
hicimos el recorrido, la dueña del hotel nos comentó que si no se tiene
vehículo 4X4, éllos brindan servicio de
transporte y se deja el carro en
Metapán, desde donde trasladan a los huéspedes hacia el hotel. Para la próxima
visita lo tendremos en cuenta!
Les comparto un par de fotos del
Lago de Güija desde Metapán y, un par
más, de la preciosa iglesia que tiene Metapán.
Espero que pronto ustedes puedan
aventurarse y conocer esta preciosa reserva biológica, así como la
biodiversidad que la compone y, de paso,
si son atrevidos y les gusta la adrenalina,
Qué hagan uso del Canopi y del Rapel.
Ha sido un placer compartirla una
más de mis historias de viaje y los
invito a dejar sus comentarios sobre lo que les gustó o quieren agregar algo de
lo que yo no me percaté en El Limo.
EXCELENTES TOMAS FOTOGRÁFICAS VERITO...SIEMPRE ANDARÁ UNA MANO AMIGA A SU LADO, PORQUE DIOS SIEMPRE LE DARÁ LA GRACIA Y SABIDURÍA PARA CON LOS QUE LE RODEAN, UD. SE MERECE ESTO Y MAS..!!
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